Lisboa en Autocaravana
Ruta por Lisboa en autocaravana: visitar Lisboa y sus alrededores
La ruta empieza en Lisboa y termina en Ericeira, Primera Reserva Mundial de Surf en Europa. Por el camino, Cascais, Estoril, Sintra y Mafra. En Viajarenautocaravana.pro somos fanáticos del surf y este es un viaje que hicimos siguiendo un artículo publicado Single Quiver, nuestra principal referencia en el mundo de las olas. Pero en todo viaje siempre hay que dejar margen al capricho y a la improvisación, así que al plan inicial añadimos una visita a Setúbal y un atardecer memorable en el Cabo Espichel.
Qué ver en Lisboa
Dice Lorenzo Silva: “No es muy difícil viajar a Lisboa, y tampoco lo es entrar en ella, familiarizarse con el ritmo de su latido y perderse en la trama de sus calles. Pero puede resultar imposible hacer el viaje de vuelta. No se extrañe el viajero que saboree la singular promesa de sus mañanas, o la suavísima muerte de sus atardeceres, de que Lisboa se le quede metida en el pensamiento para siempre y ya nunca le permita abandonarla”
Es verdad. Lisboa es una ciudad hechicera. Ciertamente, uno no puede imaginársela más hermosa. Además de todos los paseos del mundo, hay algunas visitas que deberías hacer si quieres tocar el alma de la capital portuguesa.
- La plaza del Rossio. Rodeada por edificios de los siglos XVIII y XIX, presidida por el Teatro Nacional Doña María II, es el centro, el corazón de la ciudad. Un lugar ideal para empezar el día es la terraza de la pastelería Suiza.
- La Baixa. Es el Barrio Bajo, fruto del plan de reconstrucción impulsado por el marqués de Pombal después del terremoto de 1775. Por estas melancólicas calles dieciochescas paseaba su desasosiego el poeta Fernando Pessoa,.
- Terreiro do Paço (Plaza de Palacio). Amplia, cuadrada, volcada al Tajo, es el digno remate de La Baixa, cuyas calles mueren en las aguas.
- Café Brasileira. El más célebre los cafés de la vieja Lisboa.
- Ascensor de Santa Justa. Lisboa es una ciudad de miradores. El ascensor de Santa Justa ofrece una vista impagable sobre el Chiado y el resto de la Baixa.
- Alfama. La madre del fado, uno de los barrios más antiguos de Lisboa. No hay plano que sirva para recorrer esta mágica zona de empinadas cuestas y calles laberínticas que aún conserva su vieja traza medieval.
- Castillo de San Jorge. Alfama cuenta con los miradores más memorables de Lisboa. El más popular es el del imponente castillo de San Jorge, ante el cual la ciudad despliega todos sus encantos sin ningún tipo de pudor.
- Sé, la catedral. De estilo gótico, se encuentra justo al pie de la colina donde se yergue el castillo.
- Monasterio de los Jerónimos y Torre de Belém. Torre y monasterio son dos símbolos, dos emblemas de los grandes tiempos de Portugal, la época de los descubrimientos, los tiempos de Vasco da Gama y Pedro Álvarez Cabral, los años en que Lisboa se convirtió en el primer centro comercial de Europa. Imposible irse sin visitarlas.
Y de entre los múltiples museos que señalan las guías, uno excepcional, el Museo de Arte Antiguo. Allí, además de excelentes cuadros de Zurbarán, Durero o el Bosco, podrás ver la obra maestra de la pintura portuguesa: el políptico de La Adoración de San Vicente de Nuno Gonçalves, una verdadera maravilla del siglo XV y un auténtico quién es quién de la sociedad portuguesa de la época.
Por supuesto, no puedes irte de Lisboa sin subirte a uno de los tranvías que trepan a los barrios altos desde la Baixa.
Setúbal
A media de hora de Lisboa, Setúbal tiene el tercer puerto más grande de Portugal, una impresionante iglesia de estilo manuelino y un castillo que recuerda los años de dominación española. Pero lo mejor de ir a Setúbal son las playas de arena blanca y agua esmeralda que se descubren después de conducir doce kilómetros por la carretera del litoral y las vistas sobrecogedoras que ofrece la carreterilla que culebrea por la Estrada da Escarpa. Y puesto que hablamos de vistas, una visita obligatoria es el Cabo Espichel, uno de los parajes más hermosos de la costa portuguesa. Lo mejor es llegar con la caída de la tarde y disfrutar con la puesta de sol.
Cascais y Estoril
A un salto de Lisboa están Cascais y Estoril, pioneras del turismo, con sus bahías doradas, sus novelas de espías de la Segunda Guerra Mundial y todo el glamour del Casino. Nuestro consejo es dejar la autocaravana bien aparcada en Lisboa y hacer el recorrido en el tren de cercanías que marcha a orillas del Tajo.
Sintra
No puede describirse, hay que ir, hay que verla. En su artículo para En el pico Single Quiver, E. Torrichelli dice:
“Si hay una ciudad que pueda considerarse en su conjunto un lugar de cuento, esa es, sin duda, Sintra, la Versalles portuguesa, la villa predilecta de los poetas del romanticismo, probablemente la mayor concentración de mansiones y jardines por metro cuadrado de todo Portugal”.
Sintra tiene tres iconos: el Palacio Nacional, en pleno casco antiguo, el singular y extravagante Palacio da Pena y el espectacular castillo de los Moros. Pero como escribe E. Torrichelli y hemos podido comprobar:
“Más allá de cualquier descripción puntual de sus encantos, la mejor recomendación para disfrutar de esta bella ciudad es pasearla, perderse una y otra vez, descubrir sus mil rincones escondidos. De noche uno puede tropezarse con viejas mansiones fantasmagóricas e inquietantes”.
Cabo da Roca
A tan sólo dieciocho kilómetros, una parada ineludible en todo viaje a Lisboa que se precie: el Cabo da Roca, el punto más occidental de Europa, un lugar inhóspito y remoto donde el Atlántico ruge de manera ensordecedora. Desde su mirador se disfruta de una excepcional puesta de sol. Según E. Torrichelli, “también puede intentarse ver ese último rayo verde del sol poniente, caro a Julio Verne y a Eric Rohmer, o aquel otro dorado y más fulgurante que, según Camoes, hace que hasta el más humilde de los pescadores reme por fin con remos de oro”. Nosotros no vimos el rayo verde, pero la puesta de sol merece la pena.
Mafra
En Mafra hay que ver el fastuoso sueño del rey Joao V, el más extravagante de los monarcas portugueses. Se trata del mayor hito de la arquitectura barroca de Portugal: una mole impresionante que reúne palacio, convento, biblioteca y bosque.
También merece la pena hacer una excursión a La Tapada, antiguo y bello bosque real, hoy Parque Nacional, que se extiende más de ochocientas hectáreas en los aledaños del palacio. Un lugar único.
Ericeira, Reserva Mundial de Surf
Situada a menos de cincuenta kilómetros de Lisboa, a un salto de Mafra y de Sintra, Ericeira es una perfecta combinación de buen surf y pueblo de ensueño.
Imprescindible visitar el skatepark de Ericeira con vistas a uno de los mejores surf spots de la pequeña localidad portuguesa. Un lugar ideal para practicar las principales maniobras de surf skate.
Viajando en autocaravana por el litoral lisboeta
Las carreteras hacia Setúbal, Sintra, Estoril y Ericeira son excelentes. Las carreteras principales de esta ruta están en buen estado y bien señalizadas.
Aparcar autocaravana en Lisboa
Nuestro consejo, tanto para aparcar como para quedarte y pernoctar, es que consultes alguna de las APPS útiles para viajar en autocaravana que comentamos en nuestra página inicial . Los sitios que mencionamos a continuación son los que nosotros utilizamos en nuestro viaje.
En Lisboa:
- Parking Av. Do Restelo 24 y Parking de Bélem
En Sintra:
- Estacionamiento Calçada da Pena
Donde dormir en Lisboa con autocaravana
En Lisboa:
- Lisboa Camping & Bungalows
En Sintra:
- Area Camper Sintra
En Ericeira:
- Ericeira Camping
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